Una colección de ensayos ideales de estudios sociales. Maestro y Margarita

El color esconde muchos aspectos interesantes que no se perciben a primera vista.
La combinación de colores hace que el mundo sea tridimensional y te permite ver lo familiar con otros ojos.
Por ejemplo, los expertos en “El Maestro y Margarita” probablemente recordarán la ropa de Poncio Pilato: "EN blanco impermeable con sangriento Con un paso de caballería arrastrando los pies, temprano en la mañana del decimocuarto día del mes primaveral de Nisán, el procurador de Judea, Poncio Pilato, salió a la columnata cubierta entre las dos alas del palacio de Herodes el Grande. "
Blanco impermeable con sangriento El forro son los colores históricos de la túnica del procurador romano. El epíteto evaluativo “sangriento” se asocia con el poder construido sobre la sangre. Curiosamente, en el capítulo 18 de la novela, el manto de otro héroe, Woland, en uno de los episodios es similar a la ropa de Pilato: "un manto de luto con un forro de fuego". El negro es una especie de lienzo para una novela (muy a menudo lo utiliza el escritor).
El simbolismo del color a menudo esconde asociaciones interliterarias que surgen en el proceso de lectura de una obra. Los investigadores de la novela encuentran una conexión interesante con “ Sinfonías” de Andrei Bely.
Ardiente Las túnicas reales brillaban como una mancha frente al trono y reinaba un silencio sepulcral por todas partes”.
(A. Bely sinfonía “del Norte”).
El tono sangriento y ardiente del rojo se conserva en la descripción, y el negro, el luto, el color del infierno, se contrasta con el manto blanco de Pilato. Y esta comparación de los colores de la ropa de los dos personajes traza un “hilo” entre los dos personajes y representa una valoración de las acciones del procurador.
Sobre el tema de las gabardinas y el color negro. En la Sinfonía “Norte” de Bely, la heroína, una mujer vestida con una túnica negra, se parece a Margarita después del baile con una capa sobre los hombros.
Vale la pena señalar que los mantos negros de los participantes en el último vuelo también tienen su propio simbolismo: el negro no es sólo el color del luto y la muerte, sino también el color de la eternidad.
Azul un quitón, una gran capa azul hecha de un material sencillo, era la vestimenta habitual de esa época en Palestina. El azul era el color favorito entre los judíos y se consideraba sagrado. Puedes recordar algunos iconos y pinturas de iglesias para encontrar confirmación de esto. "Según la ley, todo judío tenía que llevar borlas sobre cintas azules en todas las esquinas de su talif como señal de que recuerda todos los mandamientos del Señor y los cumple".
Este hombre estaba vestido con un traje viejo y roto. azul chitona,” – así es como Yeshua aparece ante los lectores.
El color azul aparece en la novela no sólo en la ropa del personaje principal. “ El camino azul falló frente al procurador”., leemos al final del trabajo. Blue Moon Road es un puente que conecta la morada celestial y las extensiones terrenales.
En la Sinfonía "Norte" de A. Bely, los héroes también ascienden a las alturas del mundo: una torre blanca con una terraza desde la que se ve el "infinito azul":
El manto rojo cayó sobre la barandilla de mármol. El rey, todo vestido de seda blanca, todo de la mañana, con chispas de diamantes, oró por su hijo.
Y hacia la oración brilló el infinito azul, la pureza azul de la vida ascendente.

He aquí otro ejemplo de un paralelo inesperado en el espacio literario. La frase “otro vestido” a rayas" (el episodio en el que el Maestro no puede recordar con precisión el nombre de su primera esposa, ya sea Varenka o Manechka), nuevamente me recuerda un momento de la sinfonía "Regreso" de A. Bely: protagonista- el científico Evgeny Khandrikov, que se encuentra en un hospital psiquiátrico, se muestra indiferente a su vida anterior y no recuerda el nombre de su esposa, sólo el color de su vestido.

Por supuesto, la saturación de color de la novela de M.A. Bulgakov consta de muchos componentes: y " blanco delantales” para limpiaparabrisas, y “ escarlata diadema de conductor de carruaje”, y “un bloque de mármol con dorado escamas de dragón”, y “ dorado herradura tachonada de diamantes”, e incluso “cliente lila”, etc., etc.
Este mosaico crea el trasfondo de la novela, detrás del cual se esconde todo un mundo de paralelos y realidades literarias.

El color no es sólo color, pintura, estado de ánimo. Este es un misterio detrás del cual se pueden ver paralelos inesperados y asociaciones mágicas.

Materiales tomados de

Leí por tercera vez la novela “El Maestro y Margarita”.
La primera lectura en mis lejanos años de estudiante fue absolutamente emotiva, emocionada, en un asombroso estado de euforia, cuando todo es increíblemente interesante y es imposible separarse del texto.
La segunda vez lo leí lenta y pausadamente, leyendo cada palabra y disfrutando de la música del texto. ¿Cómo no recordarlo?
“Con un manto blanco con forro ensangrentado y un andar arrastrado de caballería, temprano en la mañana del día catorce del mes primaveral de Nisán, el procurador de Judea, Poncio Pilato, salió a la columnata cubierta entre las dos alas del palacio de Herodes el Grande”.
O más:
“La oscuridad que vino de mar Mediterráneo, cubría la ciudad odiada por el procurador. Los puentes colgantes que conectaban el templo con la terrible Torre de Antonio desaparecieron, un abismo descendió del cielo e inundó a los dioses alados sobre el hipódromo, el palacio asmoneo con aspilleras, bazares, caravasares, callejones, estanques... Ershalaim desapareció, la gran ciudad. , como si no existiera en el mundo. Todo fue devorado por la oscuridad, asustando a todos los seres vivientes en Yershalaim y sus alrededores. Una nube extraña vino del mar hacia el final del día, el día catorce del mes primaveral de Nisán”.
¿Quién no conoce ahora estas geniales líneas?...
Leí la novela por tercera vez y constantemente me sorprendí haciendo preguntas, con el deseo de saberlo todo sobre la gran obra, así que al mismo tiempo miré los epílogos, las notas y los artículos críticos.
Es interesante que en las primeras ediciones Bulgakov fechó con precisión el momento de acción de la novela, pero luego eliminó todas las indicaciones directas sobre la datación de los acontecimientos. Por el texto sabemos que Woland y su séquito aparecieron en los estanques del Patriarca el miércoles de mayo por la tarde y abandonaron Moscú junto con el Maestro y Margarita la noche del sábado al domingo. Es decir, la acción de la novela se desarrolla a lo largo de CUATRO días.
Los acontecimientos en Yershalaim también se desarrollaron en cuatro días. Pero el verdadero final de estos acontecimientos lo encontramos en capítulo final la novela, cuando el maestro concede el perdón a Pilato y este finalmente camina por el camino lunar hacia Yeshua, así es como se fusionan los dos planos espacio-temporales de la novela. Antiguo - Yershalaim y moderno - Moscú, y su fusión se produce en el otro mundo eterno e inmutable, que constituye el tercer plano espacio-temporal de "El Maestro y Margarita".
Al investigar, resulta que en el siglo XX la Pascua ortodoxa correspondió a sólo un año, 1929, cuando la Semana Santa comenzaba el 5 de mayo. Los principales acontecimientos de las escenas de Moscú tuvieron lugar los días 1, 2, 3 y 4 de mayo de 1929, y el último vuelo tuvo lugar la noche de Pascua, el 5 de mayo.
Al leer el texto de la novela, se pueden encontrar signos de este año en gran medida decisivo.
También son significativas las correspondencias meteorológicas que confirman esta cronología de la novela.
Según informes de prensa de esa época, el 1 de mayo de 1929 se observó un récord de temperatura en Moscú: un día la temperatura subió de cero a 13 grados centígrados y en los días siguientes hubo una ola de frío con lluvias y tormentas eléctricas. Así, la tarde del 1 de mayo para Bulgákov es inusualmente cálida y, en vísperas de su último vuelo, una fuerte tormenta azota Moscú.
Y, por supuesto, la preocupación especial del autor era la exactitud de la hora y el lugar en el Moscú de 1929, una ciudad que viajó por todas partes y que se convirtió en su hogar. Después de la ciudad de su infancia, Kiev, a la que glorificó en “La Guardia Blanca”, Bulgakov rindió un homenaje poético a Moscú. Es tan preciso en la topografía de la ciudad que parece que incluso ahora se puede encontrar fácilmente el mismo banco en el parque, a la salida de Bronnaya, en el que dos escritores conocieron al misterioso consultor. Bulgakov, junto con el lector de su libro, pasea tranquilamente por muchas calles, plazas y rincones de Moscú: el jardín de Alejandro, Tverskaya, Arbat, Sadovaya, el terraplén del río Moskva y los estanques del Partido...
Y por último, hay 510 personajes en la novela... ¡así de densamente poblada está!
Lea las notas de la novela; contienen muchas cosas interesantes.
Para mayor claridad, mira el enlace.

MÁS SOBRE EL CORTE DE LA CAPA DE PILATO EN “El Maestro y Margarita” no hay palabras “toga” y “túnica”.
El primero fue reemplazado por un “manto” y un “manto” (“Poncio Pilato salió al balcón con una túnica blanca con un forro ensangrentado”), el segundo por una “camisa” (“Hacia la medianoche, el sueño finalmente se apiadó de el hegemón bostezando convulsivamente, el procurador se desabotonó y se quitó el manto, se fue rodeando la camisa.”) En la parte bíblica de la novela, la túnica se llama camisa cuatro veces. Toga - repetidamente con una capa o manto.
Esto es una desfamiliarización al revés (Shklovsky del revés).

Así los artistas del Renacimiento representaron personajes bíblicos y evangélicos con ropas del siglo XV y en un paisaje europeo. (Observaciones del padre Grigory Mikhnov-Vaitenko.) Es decir, Bulgakov sigue la tradición.

"Iván no se perdió nada, le resultó más fácil contar la historia y poco a poco llegó al momento en que Poncio Pilato, con una túnica blanca con forro ensangrentado, salió al balcón".

“- ¡Túnica blanca, forro rojo! ¡Entender! - exclamó Iván.”

"En un sueño, un hombre con una túnica blanca con forro rojo apareció frente a Iván, inmóvil en una silla, afeitado, con una cara amarilla torcida, mirando con odio hacia el jardín exuberante y extraño".

Hoy, el artista de teatro de San Petersburgo, Mark Bornstein, respondió a mi pregunta: ¿cómo imagina el corte del manto de Pilato?
– Una toga adornada con una franja roja pintada.
- ¿Por qué no coser alrededor del borde?
– Pero los romanos no cosían en absoluto*.
– ¿Entonces se excluye la parte inferior roja del manto blanco?
- Excluido.
- ¿Cómo sabes esto?
– Lo sabía antes de leer la novela.
- ¿Cómo es eso?
– Sí, verás, estudié la historia del disfraz.

(* Aclaremos: a veces sí las cosían juntas. La túnica se cosía con dos trozos de tela. Pero incluso aquí las mangas cortas no se cosían, sino que se hacían con pliegues de tela.)

Y Mark también me explicó por qué la palabra "forro" significa simultáneamente el revés y el dobladillo.
– El forro (por ejemplo, el reverso de piel de un abrigo de brocado) suele estar doblado lado delantero en forma de borde de tira, ribete. Por eso se produjo esta división semántica.

“... la longitud de la coleta desde siete pulgadas hasta la cola es de color verdoso, con un tinte dorado bronceado; las alas son de color marrón oscuro, casi negras, con líneas blancas hasta la mitad...” [P. T. Aksakov. Notas de un cazador con rifles de la provincia de Orenburg (1852)].

Según su estatus, Pilato tenía que usar una trabea, una toga decorada con varias franjas longitudinales de color púrpura (indicadas por Sh.P.).

En 1937, el manuscrito decía así: “Con una capa blanca con un forro de general ensangrentado, con un paso de caballería arrastrando los pies, en la madrugada del 14 del mes de primavera de Nisán, salió el procurador de Judea, Poncio Pilato. a la columnata del palacio”. En aquella época, los abrigos del general estaban recubiertos de pintura. A principios del siglo XX, sólo las solapas y los puños se hacían rojos. Es decir, las mismas solapas cosidas. La toga puede ser “general” porque a lo largo de su borde (a lo largo del pecho y a lo largo de la pierna) hay una cinta escarlata, asociada con rayas.
En la novela también aparecen capas militares. Son de un color:

“...el procurador tardó muy poco en llegar, y pronto apareció en el balcón con sandalias secas, con una capa militar seca de color carmesí...”

Con un manto blanco con forro ensangrentado y un andar arrastrado de caballería, temprano en la mañana del decimocuarto día del mes primaveral de Nisán, el procurador de Judea, Poncio Pilato, salió a la columnata cubierta entre las dos alas del palacio. de Herodes el Grande.

Más que nada, el procurador odiaba el olor del aceite de rosas, y ahora todo presagiaba un mal día, ya que este olor empezó a perseguir al procurador desde el amanecer. Al procurador le pareció que los cipreses y las palmeras del jardín despedían un olor rosado, que un maldito arroyo rosado se mezclaba con el olor a equipo de cuero y al sudor del convoy. Desde las alas traseras del palacio, donde estaba estacionada la primera cohorte de la Duodécima Legión Relámpago, que había llegado con el procurador a Yershalaim, el humo llegaba a la columnata a través de la plataforma superior del jardín, y el mismo humo grasiento Se mezcló con el humo amargo, lo que indicaba que los cocineros de los siglos habían comenzado a preparar la cena.

“Oh dioses, dioses, ¿por qué me castigáis?... ¡Sí, no hay duda! Es ella, ella otra vez, una enfermedad invencible, terrible... hemicránea, que hace que te duela la mitad de la cabeza... no hay remedio para ello, no hay salvación... Intentaré no mover la cabeza. ..”

Ya se había preparado una silla sobre el suelo de mosaico junto a la fuente, y el procurador, sin mirar a nadie, se sentó en ella y extendió la mano hacia un lado. El secretario puso respetuosamente un trozo de pergamino en esta mano. Incapaz de resistir una mueca dolorosa, el procurador miró de reojo lo que estaba escrito, devolvió el pergamino al secretario y dijo con dificultad:

— ¿Un sospechoso de Galilea? ¿Le enviaron el asunto al tetrarca?

“Sí, procurador”, respondió el secretario.

- ¿Que es el?

"Se negó a dar una opinión sobre el caso y envió la sentencia de muerte al Sanedrín para su aprobación", explicó el secretario.

El procurador movió la mejilla y dijo en voz baja:

- Traiga al acusado.

E inmediatamente, desde la plataforma del jardín bajo las columnas hasta el balcón, dos legionarios trajeron a un hombre de unos veintisiete años y lo colocaron frente a la silla del procurador. Este hombre vestía una vieja y rota túnica azul. Tenía la cabeza cubierta con una venda blanca, una correa alrededor de la frente y las manos atadas a la espalda. El hombre tenía un gran hematoma debajo del ojo izquierdo y una abrasión con sangre seca en la comisura de la boca. El hombre que entró miró al procurador con ansiosa curiosidad.

Hizo una pausa y luego preguntó en voz baja en arameo:

- ¿Entonces fuiste tú quien convenció a la gente para que destruyera el templo de Yershalaim? Al mismo tiempo, el procurador estaba sentado como de piedra, y sólo sus labios se movían levemente al pronunciar las palabras. El procurador era como una piedra, porque tenía miedo de negar con la cabeza, ardiendo de dolor infernal.

El hombre de las manos atadas se inclinó un poco hacia delante y empezó a hablar:

- ¡Una persona agradable! Confía en mí…

Pero el procurador, todavía inmóvil y sin alzar la voz, lo interrumpió inmediatamente:

- ¿Me estás llamando persona amable? Te equivocas. En Yershalaim todo el mundo susurra sobre mí que soy un monstruo feroz, y esto es absolutamente cierto. - Y de la misma manera monótona añadió: - CenturionRatSlayer a mí.

A todos les pareció que se había oscurecido en el balcón cuando el centurión del primer siglo, Mark, apodado el Mataratas, apareció ante el procurador. Rat Slayer era una cabeza más alto que el soldado más alto de la legión y tenía hombros tan anchos que bloqueaba por completo el sol aún bajo.

El procurador se dirigió al centurión en latín:

— El criminal me llama “buen hombre”. Sácalo de aquí un minuto, explícale cómo hablar conmigo. Pero no mutile.

Y todos, excepto el procurador inmóvil, siguieron a Mark el Ratboy, quien hizo un gesto con la mano al arrestado, indicándole que lo siguiera.

En general, todos seguían con la mirada al matarratas, dondequiera que apareciera, por su estatura, y los que lo veían por primera vez, por el hecho de que el centurión tenía el rostro desfigurado: una vez le habían roto la nariz. un golpe de un club alemán.

Las pesadas botas de Mark golpeaban el mosaico, el hombre atado lo seguía en silencio, en la columnata reinaba un silencio total, se oía arrullar a las palomas en el jardín cerca del balcón y el agua cantaba en la fuente una canción intrincada y agradable.

El procurador quiso levantarse, poner su sien bajo el arroyo y congelarse así. Pero sabía que eso tampoco le ayudaría.

(M. A. Bulgakov, “El maestro y Margarita”)

Utilice una hoja aparte para completar la tarea. Primero, formule una respuesta directa y coherente (5 a 10 oraciones). Razona tus juicios con base en un análisis del texto de la obra, no desvirtúes posición del autor, no cometa errores fácticos y lógicos. Al completar la tarea, seleccione dos obras de diferentes autores para compararlas (en uno de los ejemplos, es aceptable hacer referencia al trabajo del autor propietario del texto fuente); indicar los títulos de las obras y los nombres de los autores y comparar las obras con el texto propuesto en la dirección de análisis dada. Siga las normas de la escritura literaria, escriba sus respuestas de forma cuidadosa y legible.

¿En qué obras de la literatura rusa y con qué propósito los autores recurren a motivos bíblicos y cuál es la similitud entre su uso en estas obras y en la novela "El maestro y Margarita" de M. A. Bulgakov?

Del 15 de noviembre al 3 de diciembre se celebró en el Caravanserai de la Cultura de Tashkent que lleva el nombre de Ikuo Hiroyama una exposición de pinturas y obras gráficas basadas en la novela de Mikhail Bulgakov "El maestro y Margarita". Quince artistas de Taskent ofrecieron a los conocedores Artes visuales y la literatura su visión de esta brillante obra. En total, en la exposición se presentaron unas sesenta de sus obras. Y un año después, tras los resultados de la inauguración, sus iniciadores planean relanzar la novela en Uzbekistán en tres idiomas a la vez: ruso, inglés y uzbeko. ¿Pero podrán hacer esto después de todos los acontecimientos místicos que tuvieron lugar (incluso en Tashkent) con la novela principal de Bulgakov?

El camino "satánico" de la gran novela

Por primera vez, parte de las ilustraciones de la exposición actual se exhibieron en Tashkent hace exactamente un año, cuando el Teatro Ilkhom acogió una exposición de gráficos del artista local Alisher Ibragimov. Presentó treinta y tres obras numeradas que cuentan la trama de treinta y dos capítulos completos y uno inacabado de la novela de Bulgakov.

Este año, el autor y productor de todo el proyecto es un conocido filántropo de la capital uzbeka, director centro Médico"ANIK" Alexey Nazarov: invitó a entre dos y tres docenas de artistas famosos y emergentes a crear sus propias ilustraciones para la novela. No todos respondieron. O mejor dicho, todos los invitados tenían ganas de responder, pero sólo quince de ellos pudieron llevar a cabo sus planes. Al resto les faltaba algo: habilidad o coraje. Echemos un vistazo más de cerca a la última cualidad.

El caso es que desde el momento en que se creó la novela con “sabor satánico”, muchos de los que entraron en contacto con ella de una forma u otra sufrieron fracasos, y algunos incluso murieron repentinamente. Pero primero lo primero.

Mikhail Bulgakov terminó de escribir la novela "El maestro y Margarita" en 1940. O mejor dicho, nunca tuvo tiempo de terminar: en la portada de la carpeta con los manuscritos escribió de su propia mano el último lema: "Termina antes de morir". Por desgracia, solo completé 32 capítulos, el 33, y quizás varios capítulos más quedaron sin terminar: el 10 de marzo de 1940 murió el gran maestro. En 1941, la viuda del escritor, Elena Sergeevna, fue evacuada de Moscú a Tashkent. Fue entonces cuando la novela llegó por primera vez a Uzbekistán: Bulgakov, naturalmente, se llevó el manuscrito de la novela.

En Tashkent, Elena Sergeevna vivía en la casa número 54 de la calle Zhukovsky, donde ya vivían los famosos escritores moscovitas Anna Akhmatova, Nikolai Pogodin, Joseph Utkin y la familia Lugovsky. Por cierto, la novela "El Maestro y Margarita" se publicó por primera vez en la revista "Moscú" en 1966. Y ese mismo año, la casa número 54 fue destruida por el terremoto de Tashkent. Esto, por supuesto, parece una mera coincidencia, pero, como sabes, nada en la vida sucede por nada.

Como saben, el director ruso Yuri Kara, que interpretó a Bulgakov, se enfrentó a grandes problemas. Su película "El maestro y Margarita", filmada en 1994, no se estrenó durante 16 años debido a desacuerdos que surgieron entre el director, la empresa TAMP, propietaria de los derechos de la película, y los herederos de Mikhail Bulgakov. Como resultado, la película no se estrenó en pantalla ancha hasta marzo de 2011 y, además, en una versión muy reducida. La película originalmente tenía una duración de 3 horas y 20 minutos, pero los espectadores vieron una versión de 2 horas y 3 minutos.

Woland llega al este

Tras la primera publicación de El maestro y Margarita, la novela rápidamente comenzó a traducirse a los idiomas de las repúblicas de la Unión Soviética. Uzbekistán tampoco se libró de esta epidemia. No se sabe qué pasó con el traslado entre los vecinos, pero en Tashkent, a finales de los años setenta del siglo pasado, comenzaron verdaderas aventuras con un claro toque de misticismo. Esto es lo que recuerda de ellos el famoso escritor uzbeko Nikolai Krasilnikov. (Se ha conservado el estilo del original. - Nota de Fergana).

“En esos años trabajé como editor en una editorial ficción y arte para ellos. Gafur Gulyam. El director de la editorial, destacado escritor y cantante del realismo socialista Hamid Gulyam, encargó al famoso traductor Mirziyod Mirzaidov la traducción al uzbeko de la novela de Bulgákov "El maestro y Margarita". Mirziyod trabajó como editor en el Comité Editorial de Literatura de los Pueblos de la URSS. Se le consideraba un excelente traductor y hablaba perfectamente el ruso. Entre sus activos creativos ya se encontraban las novelas de Kataev, Ilf y Petrov, Olesha, que había traducido... Por lo tanto, Mirzaidov se puso a trabajar con mucho gusto.

Al principio el trabajo transcurrió sin contratiempos y sin contratiempos. Pero cuanto más se adentraba en la obra, en las imágenes de los personajes, más reflexivo e irritable se volvía... ¡¿Adónde se fue la antigua alegría de Mirzaidov?! A veces, al encontrarme en el pasillo, me preguntaba el significado de tal o cual frase, palabra... Era evidente que el trabajo de traducción estaba estancado. Cuando sus colegas le preguntaron: "¿Cómo van las cosas?" – Mirzaidov agitó vagamente la mano. Algunos de sus amigos más cercanos le pidieron que le dejara leer los capítulos ya traducidos, pero él respondió de manera bastante razonable y oriental: “No se muestra la mitad de la obra”.

Y pronto Mirziyod cayó enfermo. Su hígado empezó a funcionar mal. Estaba cada vez más de baja por enfermedad, enfermo... Y un día llegaron unos familiares a la editorial y dijeron que Mirziyod había fallecido. Y, cosa extraña, junto con su partida, los capítulos traducidos de la novela desaparecieron. No se encontraron ni en el escritorio de Mirzaidov ni en su casa. Pero ninguno de los empleados ni familiares prestó mucha atención a este detalle... Por lo tanto, nunca se sabe lo que pudo haber pasado. (Además, ha habido ejemplos similares en la historia de la literatura; tomemos a Gogol, por ejemplo).

Hamid Gulyam tuvo que confiar un encargo importante a otro editor y traductor: Nizameddin Kamilov. También emprendió el “trabajo ganador” con gran entusiasmo. Incluso me tomé un año sabático para esto. Traduje la mitad de la novela y... algo caído, con los ojos hundidos, volví al trabajo. Por alguna razón la traducción no funcionó más. Nizameddin estaba claramente alarmado por algo, incluso abatido. Lo persiguió el capítulo “La bola de Satanás”...

¿Y qué? De alguna manera, la redacción, al regresar después de la pausa para el almuerzo, no encontró a Kamilov en su lugar habitual. Por lo general, almorzaba en el trabajo en su escritorio. Pero detrás de la ventana abierta cuarto piso en el patio de la publicación se escucharon voces fuertes y alarmantes, se escuchó la sirena de una ambulancia... Miramos hacia abajo y vimos la figura de Nizameddin con los brazos extendidos cerca de un macizo de flores en el asfalto. Estaba rodeado de imprentas y médicos vestidos de blanco. No nos dimos cuenta enseguida de que, mientras estábamos en el comedor, Kamilov se había tirado por la ventana.

Nadie sabía cuál era la razón fatal. Ni en el trabajo, ni en casa... Los capítulos traducidos, como en el primer caso, no aparecían por ningún lado. ¡Es como si las páginas fatales que flotaban en el aire se hubieran evaporado! Ahora los empleados, con cierto miedo oculto, comenzaron a pasear por la oficina número 26 con el cartel "Edición de literatura de los pueblos de la URSS", llamándola, al estilo de Bulgakov, una "habitación mala".

Hamid Ghulam ya había decidido suspender la idea de traducir la “desafortunada” novela, pero entonces uno de los editores y traductores, Ismail Ahmad, se ofreció a llevar los intentos de traducción que habían comenzado a su conclusión lógica. Esta declaración verdaderamente valiente animó significativamente al director-escritor, que dio otro visto bueno a la traducción...

Ay, querido lector, no le aburriré con una trama larga. Probablemente ya habrás adivinado lo que pasó después... Sí, sí, Ahmad casi tradujo la novela, no quedaba nada, sólo dos o tres capítulos finales, y el traductor, anticipando el éxito, ya se frotaba las palmas: “Oh, ¿qué pasa? ¿como? ! Aún así, burlé al diablo”. Era demasiado pronto para alegrarse, pobrecito...

Unos días más tarde, en una de las paradas de tranvía de Beshagach, Ismail sufrió un infarto masivo. Menos mal que había gente amable cerca y logró agarrarlo por los brazos, de lo contrario habría caído justo debajo del tranvía, como Berlioz... La ambulancia llegó inmediatamente, pero aún era demasiado tarde. ¿Qué pasa con la novela? La traducción de Ahmad, como ya habrás adivinado, nunca se encontró por ningún lado. Verdaderamente diabólico, sólo en suelo oriental...”

Como resultado, en 1987 finalmente se llevó a cabo la traducción de la novela. Su autor fue el Trabajador Cultural de Honor de Uzbekistán, un veterano de la Gran guerra patriótica, traductor y guionista Kodir Mirmukhamedov, que en ese momento había logrado traducir al uzbeko "Martin Eden" de Jack London, "La vida de Klim Samgin" de Gorky, "El Decamerón" de Boccaccio. No se sabe cómo se desarrolló el destino de Mirmukhamedov en el futuro, pero en 1988 tradujo con éxito la Ilíada de Homero.

Bulgakov vendrá en inglés

Como dijo su iniciador Alexey Nazarov en la inauguración de la exposición en Tashkent, para la primavera de 2019 está prevista otra exposición en el Teatro Ilkhom, pero esta vez basada en personajes individuales de la novela de Bulgakov. Será la continuación de un proyecto grandioso: la novela "El maestro y Margarita" se volverá a publicar en Tashkent a finales del próximo año en tres idiomas: ruso, uzbeko e inglés.

Si todo está claro con el uzbeko (traducción de Kodir Mirmukhamedov), entonces la cuestión de la traducción al inglés sigue abierta. Porque resulta que son tres: Michael Glenny (1967), Diana Burgin y Katherine Tiernan O"Connor (1995) y Richard Pevear, en coautoría con Larisa Volokhonskaya (Richard Pevear y Larissa Volokhonsky) 1999.

La dificultad no sólo está en elegir a los traductores, sino también en el hecho de que ellos mismos o sus herederos tendrán que cobrar. Lo mismo, por cierto, se aplica al traductor al uzbeko o a sus herederos. Al parecer, se necesita mucho dinero, pero Nazarov se hace cargo de estos gastos. Otra cosa es determinar la tirada de los libros futuros: cien, mil, tres mil, diez mil ejemplares... ¿Cuál es el interés actual por la principal novela de Bulgákov en Uzbekistán? Esta pregunta también permanece abierta por ahora.